En mayo de 2019, toca reflexionar y decidir como trabajar una nueva edición del certamen.
En esos meses conocemos la existencia de los 17 objetivos de desarrollo sostenible desarrollados por la UNESCO, y nos damos cuenta, que todos ellos, son temáticas que queremos abordar, y trabajar a través de la cultura audiovisual. Nos ilusiona, pues vemos que el certamen cuenta con unos objetivos sólidos a pesar de las dificultades por ser un festival de carácter social, buscando la reflexión, el fomento del juicio crítico y todo ello sin un objetivo meramente económico teniendo en cuenta que el público fundamental son las nuevas generaciones.
La igualdad ha sido el tema escogido atendiendo a la realidad actual pero no sólo haciendo hincapié en la lucha entre mujeres y hombres contra el patriarcado sino también visibilizar y ayudar a romper barreras y prejuicios con dos colectivos que han estado presentes en ediciones anteriores y que sufren la desigualdad como es el colectivo con diversidad funcional y LGTBIQ.
La Educación juega una papel fundamental para tratar de resolver esta problemática social que se vincula al entorno familiar y laboral. En la actualidad ha habido un incremento importante de situaciones de violencia y control entre los adolescentes, y es por ello que en esta edición creímos que nuestro foco fundamental se debía dirigir a este grupo.
Así vimos la necesidad de actualización de nuestro logo, en busca de atraer a este público, el más complicado de llamar la atención y lograr su participación e implicación en nuestro certamen donde ellos deben ser los protagonistas, y conocer sus opiniones y darles voz. Un momento donde se ha creado una brecha en la comunicación como consecuencia de la digitalización y democratización de los medios y el uso de las RR.SS.